Lo dejé llorando hasta que durmiera: mi experiencia con las agitaciones por amamantamiento
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Te voy a contar algo que casi nadie habla y que a mí me tomó por sorpresa: las agitaciones por amamantamiento.
Hace unos meses viví una noche que todavía recuerdo muy clara. Estaba agotada, llevaba horas dándole el pecho, sin poder descansar ni un minuto. Mi cuerpo y mi mente estaban al límite.
En medio de ese cansancio, mi hijo empezó a ponerse muy demandante, lloraba y se aferraba aún más al pecho. Sentí que no podía más. Así que, por primera vez, lo aparté suavemente, lo dejé con su padre, me di la vuelta y lo dejé llorando a su lado hasta que se durmió.
No fue fácil. Sentí culpa, tristeza, miedo a no estar haciendo lo correcto. Pero también fue un momento de comprensión: esas agitaciones, esa ansiedad al pecho, ese no parar de mamar… es algo real, que muchos niños viven cerca de los 2 años, en esa llamada crisis del amamantamiento.
¿Qué son las agitaciones por amamantamiento?
Son momentos en los que el niño se muestra muy demandante al pecho, no se calma fácilmente y parece que necesita mamar sin parar, pero sin saciarse del todo. Puede venir acompañado de irritabilidad, ansiedad o dificultad para dormirse.
No es que el bebé “quiera manipular” o “ser caprichoso”, es una fase de desarrollo, un cambio en sus necesidades y emociones. Muchas veces ni nos enteramos que tiene nombre o explicación.
¿Por qué ocurre cerca de los 2 años?
Es una etapa en la que los peques están explorando su autonomía y también enfrentan nuevas emociones intensas. El pecho sigue siendo un refugio importante, pero también un foco de tensión cuando no sabemos cómo manejar esa demanda constante.
Mi destete: agotamiento y las agitaciones
Yo desteté primero por agotamiento total —no hay nada más agotador que dar el pecho toda la noche sin parar— y luego porque las agitaciones empezaron a hacerse más frecuentes y difíciles de manejar.
Si te pasa, quiero que sepas algo muy importante: no eres mala madre. Es absolutamente normal sentirse cansada y abrumada. La mayoría de los destetes ocurren cerca de los 2 años, justo en esta etapa tan compleja.
Un abrazo para ti que estás ahí
Si estás pasando por esto, respira hondo. No estás sola. Hablar sobre las agitaciones por amamantamiento es romper un silencio que solo nos hace sentir peor.
Permítete pedir ayuda, darte tiempo y cuidar de ti también. A veces, dejar que el peque llore un poco con otra persona para que tú puedas descansar no significa que no lo ames. Significa que te quieres para poder seguir dándole lo mejor.